martes, 13 de octubre de 2009

Santa María Madre de la Vida, Bendita en el fruto de tu vientre

En esta fiesta de la Virgen del Pilar, Jesús de las Heras, sacerdote y colaborador de la cadena COPE, hace un canto a la vida humana, en contra del aborto, recordando algunos momentos de la Encíclica "Evangelium Vitae" de Juan Pablo II.

¡Alegre la mañana, amigos y amigas de la Cope! En el alba del día de hoy, 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar, fiesta nacional de España, quiero hacer mío y vuestro el final de la encíclica del Papa Juan Pablo “Evangelium vitae”, dedicada a la defensa incondicional que la Iglesia ha de hacer siempre de toda la vida humana y de la vida de todas las personas, incluidas por supuesto las ya engendradas, aunque todavía no hayan nacido. Y es que lo sabéis, amigos, España se encuentra ante el desafío de una nueva ley del aborto, que consagraría en derecho lo que no es sino la eliminación de un ser humano, además indefenso. Porque feto y embrión lo fuimos todos.http://www.cope.es/religion/12-10-09--santa-maria-madre-vida-bendita-fruto-tu-vientre-92509-1

Al contemplar la maternidad de María, la Iglesia descubre el sentido de su propia maternidad y el modo con que está llamada a manifestarla para que ser, como Ella, modelo de acogida y cuidado de la vida. María ayuda así a la Iglesia a tomar conciencia de que la vida está siempre en el centro de una gran lucha entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas.

Leemos en el libro del Apocalipsis que el dragón quiere devorar al niño recién nacido. Este niño recién nacido es figura de Cristo, al que María engendra en la «plenitud de los tiempos» y que la Iglesia debe presentar continuamente a los hombres de las diversas épocas de la historia. Pero en cierto modo es también figura de cada hombre, de cada niño, especialmente de cada criatura débil y amenazada, porque —como recuerda el Concilio— «el Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre». Precisamente en la «carne» de cada hombre, Cristo continúa revelándose y entrando en comunión con nosotros, de modo que el rechazo de la vida del hombre, en sus diversas formas, es realmente rechazo de Cristo. Esta es la verdad fascinante, y al mismo tiempo exigente, que Cristo nos descubre y que su Iglesia continúa presentando incansablemente: «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe». « En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis »

Amigos, el aborto es un crimen, un crimen abominable. Así lo dicta la naturaleza humana, así lo dice la ley de Dios y así lo ha de decir también la ley de los hombres. Nunca podrá ser un derecho. Por ello, empleemos todos los medios legítimos -humanos y religiosos- para manifestar nuestra defensa de la vida y nuestra repulsa del aborto. Todos los medios: también y sin duda alguna apoyando y asistiendo el próximo sábado 17 a la manifestación convocada en Madrid a favor de la vida y en contra del aborto. “Lo que hicisteis, sí, a uno de estos mis hermanos pequeños, a mí me lo hicisteis”, nos dice el Señor, el Hijo de María. Buenos

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