martes, 27 de octubre de 2009

Luis de Trelles

Comienza el curso, pródigo en libros nuevos e interesantes. A la reciente presentación de la excelente obra del profesor Agís: Camiñantes. Un itinerario filosófico, sigue ahora: Luis de Trelles. Un laico testigo de la fe, del profesor Puy Muñoz, D. Luis de Trelles y Noguerol, figura recia, singular y polifacética del convulso, y siempre interesante, siglo XIX español; nació en Vivero el 20 de agosto de 1819.

Abogado, diputado, periodista, y fundador de iniciativas religiosas de primer orden, su vida fue un constante esfuerzo en pro de la justicia, de la libertad, de la paz y de los más desfavorecidos. Hizo los primeros estudios en el Colegio de la Natividad de Viveiro y el bachillerato en el Seminario de Mondoñedo.De 1833 a 1838 cursa Derecho en nuestra Universidad, dónde destacó por su brillantez intelectual y coincidió con otros alumnos que más tarde destacarían en la vida pública gallega y española: Carracido, Neira de Mosquera, Cociña, Faraldo, etc.

A partir de Julio de 1840, ejerce como abogado en Viveiro y, desde 1842, en La Coruña, destacando desde el primer momento por su inteligencia y profundo conocimiento del Derecho. Fue también Abogado de los pobres, sin retribución alguna. Formó parte de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados, fue Secretario de dicho Colegio y Vocal de la Comisión redactora del Reglamento de Régimen interior de dicho Colegio.

Asimismo, desempeñó importantes cargos en la Jurisdicción militar, así como en la Asesoría y Fiscalía de Rentas de la Coruña. Fundó la Revista Periódica, Jurídica y Administrativa de Galicia, en la que escribía asiduamente, a la vez que lo hacía en otros medios de la región, sobre temas sociales, económicos, políticos y jurídicos. En 1852 se traslada a Madrid, y se implica activamente en política. Es elegido Diputado por Viveiro, en 1853. Posteriormente, renuncia a su escaño en desacuerdo con la política del Gobierno. Desarrolla una gran actividad política, periodística y Jurídica: Junto con sus amigos Vicente Cociña, y Tiburcio Faraldo, fundan el diario El Oriente, de carácter regeneracionista, con el ideario de combatir por la justicia, la legalidad y la libertad. Durante un viaje a París, en 1862, conoce la Adoración Nocturna, que le deja hondamente impresionado. En 1863 se casa y tiene tres hijos, dos de los cuales fallecen precozmente.

Causa de canonización

En 1871 es elegido nuevamente diputado y durante la III Guerra Carlista es nombrado Comisario General para el Canje de prisioneros (1873-76), realizando una profunda labor, consiguiendo librar de la muerte o del cautiverio a más de 20.000 prisioneros. Con ello se adelantó al Derecho Humanitario Internacional en más de 50 años. Es, sin duda, junto a su coetánea Concepción Arenal y Ponte, ambos gallegos, el gran jurista del Derecho Humanitario de nuestro siglo XIX. Se le concede la Gran Cruz de la Real Orden de Carlos III, por sus relevantes servicios al Estado. Los últimos años de su vida, continúa al frente de la Adoración nocturna española, que fundó en 1877, y otras actividades como las Conferencias de S. Vicente de Paul, que había fundado en Viveiro en 1858. En todo, trabajó sin descanso hasta su muerte en 1891. Está en marcha su Causa de Canonización.






http://www.elcorreogallego.es/santiago/ecg/luis-trelles/idEdicion-2009-10-25/idNoticia-480592/

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