miércoles, 18 de febrero de 2009

DICHOSOS LOS ATENTOS

Repasando los evangelios, se descubre otra bienaventuranza solitaria, pero de mucho significado dentro del mensaje de Jesús.

Dice el evangelio de Lucas: “Tened ceñida la cintura… Dichosos los criados que al llegar El Señor encuentra en vela… y si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos”.

Vemos que Jesús pondera y alaba a las personas que viven atentas, vigilantes, centradas en sus deberes y responsabilidades, les llama DICHOSOS.

En efecto vivir despierto, atento y vigilante es una condición necesaria para ser uno mismo, sin esta condición, se corre el peligro de dejarse arrastras y ser engañado. El texto evangélico que contiene esta bienaventuranza nos alerta: No se consigue la verdadera felicidad si uno se deja dominar por el ambiente o cuando resulta un juguete en manos de los que dirigen las modas o si se deja atrapar por las ideologías del momento. Para alcanzar la felicidad es necesario ser consciente de uno mismo, con sus aspiraciones y capacidades, y coherente con una justa y acertada jerarquía de valores. Por eso Jesús propone repetidamente en el Evangelio andar como “hijos de la Luz”.

Caminad mientras tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; el que camina en tinieblas, no sabe a dónde va. Mientras tenéis luz, creed en la luz para que seáis hijos de la luz (JN. 12,35-36).

En Jesús y en su mensaje hay infinidad de valores y testimonios. Entre ellos, siempre me ha traído la exhortación a vivir con atención y vigilancia. Más aún, descubro que esas cualidades constituyen un rasgo sobresaliente de su persolanlidad.En verdad, a Jesús no se le ve despistado o distraído, nunca. Sus rivales, que muchas veces lo tientan con mala intención de tener pruebas para acusarlo, quedan siempre al descubierto y desarmado ante la entereza y las reacciones geniales que salen de su interior. Jesús responde acertadamente en cada situación. ¿Por qué? Tiene mucha espiritualidad almacenada, gran concentración y mucho equilibrio.

Por tanto, es lógico y consecuente, que la atención, la vigilancia y la responsabilidad sean valores significativos en los seguidores de Jesús.

¿Qué se puede esperar de un cristiano descuidado y abandonado que no cumple con su deber, ni testimonia la calidad de vida que debiera? Las personas atentas, viven con intensidad y con gran iluminación interior, mientras que los despistados tropiezan y se equivocan con frecuencia.

Ahora bien todos corremos el riesgo de abandonarnos sino cultivamos siempre la conciencia, la sensibilidad interior y a fe. Quine la ejercita experimenta una motivación extraordinaria y cuenta con cantidad de recursos. Por la fe muchos han llegado a compromisos heroico. Nosotros mismos los adoradores nocturnos somos testigos de las riquezas que aportan nuestras VIGILIAS ante JESÚS EUCARISTÍA, pues a pesar de estar de noche, estamos atentos y vigilantes gracias a esa LUZ que irradia nuestro AMIGO JESÚS.

miércoles, 4 de febrero de 2009